En el marco de las hostilidades que Estados Unidos está llevando adelante en la región , el almirante a cargo de las operaciones en Sudamérica, Frank Bradley, confirmó que la presunta narcolancha atacada el 2 de septiembre en la que 11 personas fueron asesinadas durante cuatro ataques seguidos en el Caribe no llevaba narcóticos , ni tampoco se dirigía a territorio estadounidense, sino que viajaba a Surinam.

También reconoció que los sobrevivientes al primer ataque hicieron señas a la aeronave militar , aunque sin aclarar si pedían ayuda o intentaban rendirse.

La explicación llegó después de que, en una sesión informativa en la Cámara Alta donde se trató el ataque de septiembre, demócratas y republicanos exigieran explicaciones a los altos funcionarios militares estadounidenses

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