El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reconoció ayer que su partido cometió un “error” al tardar varios meses en contactar con las denunciantes del exdirigente socialista Francisco Salazar, investigado internamente por presuntos casos de acoso sexual. Atribuyó este retraso a la falta de personal en la recién creada Oficina contra el Acoso del partido, aunque defendió que el procedimiento aún se encuentra dentro del plazo de seis meses previsto por el protocolo interno.

En declaraciones informales a los periodistas durante el acto institucional por el 47 aniversario de la Constitución, Sánchez rechazó que el PSOE traslade estas denuncias anónimas a la Fiscalía —tal y como reclama la exvicesecretaria general Adriana Lastra— al considerar que esa decisión d

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