La boda de Susanna Griso se ha convertido en uno de los grandes acontecimientos que ya despuntan en el calendario social de 2026, especialmente porque la periodista vive una etapa vital de plenitud que ella misma describe con serenidad. Su compromiso con Luis Enríquez Nistal , con quien comenzó una relación hace menos de un año, ha sorprendido por la rapidez con la que ambos han decidido dar este paso, aunque ella insiste en que estos meses han sido intensos, sólidos y profundamente esclarecedores para su vida personal. La decisión de casarse el próximo 25 de julio en la Costa Brava , un lugar que tiene para la pareja un significado especial.

La presentadora de Espejo público aprovechó su participación en el AtresmediaPlayer Day 2025, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria , para comentar cómo está viviendo el proceso de organización del enlace. Sus declaraciones no pudieron ser más claras: «A nivel personal me siento muy bien, muy satisfecha» , aseguró a los reporteros de Gtres, dejando entrever que afronta este compromiso desde un momento emocional estable.

Ese planteamiento explica por qué Susanna ha delegado buena parte del proceso en profesionales especializados que se están encargando de coordinar todos los aspectos de la celebración. Ella misma reveló que cuenta con un equipo de wedding planners en los que confía plenamente y que el nivel de implicación que exige es mínimo para ella, algo que valora especialmente. «Son maravillosos . Están ellos organizándolo todo. Me consultan lo justo. Lo que quiero es no sea un motivo de quebradero de cabeza o estrés. Tiene que ser una fiesta », explicó.

La boda de Susanna Griso

Para la presentadora, lo esencial es que el enlace se desarrolle con naturalidad y sin la tensión típica que afecta a tantas parejas cuando se aproximan al día de la boda, por lo que delegar se ha convertido en el eje de toda su planificación. Esa manera de afrontar el proceso confirma su voluntad de que el evento no solo sea emotivo, sino también espontáneo, relajado y centrado en el disfrute.

Susanna Griso

La calma con la que está abordando los preparativos se extiende también al vestido de novia, uno de los aspectos que tradicionalmente generan más inquietud. Susanna Griso explicó que aún no ha elegido el diseño definitivo y que tampoco tiene cerrado el nombre de la profesional que lo creará, aunque ya ha concretado un primer encuentro. « He quedado con la diseñadora en febrero . Voy un poco justa, pero seguro que todo sale bien», confesó en el mismo acto.

Este matrimonio será el segundo para la periodista, que durante más de dos décadas estuvo unida al periodista Carles Torras , con quien se casó en 1997 y con quien formó una familia extensa y diversa. Juntos tuvieron a s us hijos biológicos, Jan y Mireia , y en 2018 ampliaron el hogar adoptando a Dorcette , procedente de Costa de Marfil , un acontecimiento que marcó profundamente la historia familiar. Además, Susanna abrió su casa a Koudus, un joven acogido que con el tiempo se integró plenamente como un miembro más de la familia y cuyo vínculo sigue siendo profundo.

La relación con Carles Torras concluyó en 2020 , poniendo fin a una historia de más de veinte años marcada por la estabilidad, la cooperación y una vida familiar muy cohesionada. Tras esa separación, la presentadora vivió una etapa distinta junto al empresario Íñigo Afán de Ribera , una relación que se prolongó durante varios años, fue conocida públicamente y terminó antes de 2025 de manera discreta.

Luis Enríque, el prometido de Susanna Griso

La aparición de Luis Enríquez Nistal marcó un punto de inflexión para la periodista, que encontró en este ejecutivo vinculado al sector de la comunicación una relación estable y cargada de afinidad. Aunque comenzaron a salir hace menos de un año, ambos han vivido un período de gran intensidad emocional que consolidó su vínculo desde los primeros meses y que ha desembocado en la decisión de casarse.

La elección de la Costa Brava como escenario de la ceremonia no es casual y encierra un significado íntimo para la pareja, que siente un fuerte apego por este enclave litoral. El 25 de julio de 2026 será, por tanto, una fecha simbólica no solo por el compromiso, sino por el entorno en el que desean celebrarlo, un lugar que para ambos representa calma, recuerdos compartidos y un punto geográfico al que regresan con especial cariño. Esta conexión afectiva añade un componente emocional al evento , que no se limitará a ser una gran celebración mediática, sino un encuentro profundamente personal.

La periodista insiste en que su objetivo no es organizar una boda ostentosa , sino una reunión cálida y relajada en la que pueda disfrutar con sus seres queridos. Por eso ha querido alejarse del control absoluto que se atribuyen muchas novias y ha preferido entregar las riendas a profesionales, confiada en que su criterio sabrá reflejar tanto su estilo como el ambiente que desea. Esta actitud, poco habitual en celebraciones de su relevancia mediática, revela la madurez con la que afronta su nueva etapa y el deseo sincero de centrarse en la emoción del momento.