Quien les escribe estas líneas tiene 79 años. ¡Setenta y nueve! No es eso lo que dice la fecha de nacimiento del documento nacional de identidad (¡qué pone en tu DNI!), pero sí es la “edad musical” de uno o, mejor dicho, la que marca el algoritmo de Spotify. Así que no hay nada más que hablar. Y todo porque al menda le dio por pasarse varios días y semanas reescuchando la discografía entera de Bob Dylan para poder acudir a la sala cinematográfica de turno a visionar el biopic que le han dedicado este 2025 con cierto conocimiento de causa. O sea que un pequeño desliz, un casual episodio con motivo concreto, una mala o una buena racha, puede encasillarte en la senectud o la mocedad sin término medio ni reparación posible.

¡Y suerte que se disculpan! Porque la empresa sueca, para su popular

See Full Page