El crudo análisis del rechazo social al PRI en Hidalgo ha ido concretando, en el éxodo masivo de sus militantes y simpatizantes , las añejas estelas de esa retórica vacía que hizo posible su encumbramiento en el control de aparato de Estado, donde “ revolución y democracia” fueron el slogan de una opresión brutalmente antidemocrática en la nación.

Hidalgo cuenta gran parte de su historia en el siglo XX a través de la radiografía política del PRI. Este megarrelato que, en al menos siete décadas, garantizó la verticalidad de un partido de cúpula , anquilosado y enquistado en una clase política que era juez y parte de la realidad social del país era, en realidad, la negación de un sistema antidemocrático que tenía postrada a la ciudadanía, intentando naturalizar el poder desde el dis

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