Siria aún contiene el aliento. El país celebra este primer aniversario de la caída del dictador Bashar al Asad y el fin del conflicto con la esperanza desdibujada por un futuro incierto. Los retos son muchos para Ahmed al Shara , el antiguo comandante yihadista que asumió la Presidencia en enero de 2025. Durante estos doce meses, el pueblo del país del Sham ha intentado cicatrizar las heridas marcadas por 13 años de sangrienta guerra civil y tensiones sectarias, y medio siglo de mano dura de la dinastía de los Asad. La seguridad, la recuperación económica, la reconstrucción y la convivencia son los principales desafíos a los que aún se enfrenta el nuevo líder.

Sin embargo, lo que más preocupa son las grietas que ha ido levantando el sectarismo, separando y crispando la convivenc

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