El gendarme argentino Nahuel Gallo lleva un año detenido en Venezuela, desde el 8 de diciembre de 2024, día en el que fue presuntamente secuestrado por funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro cuando intentaba ingresar al país por la frontera con Colombia para visitar a su esposa e hijo.

Este caso marcó un antes y un después en la ya tensa relación entre la administración de Javier Milei y la de su par venezolano Maduro. Argentina, bajo la representación del embajador en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Diego Sadofschi, denunció “violaciones a los derechos humanos” y solicitó el arresto de Maduro y de la mano derecha mandatario, Diosdado Cabello.

A su vez, tanto la familia del gendarme como el gobierno nacional denunciaron que Gallo fue detenido cuando intentaba ingresar

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