Los días después de la dana, cientos de personas tenían que llevar agua embotellada a la zona cero. Pueblos del área metropolitana como Paiporta estuvieron semanas sin agua potable, pero la ciudad de Valencia la ciudad se salvó de milagro: el agua quedó a escasos centímetros de entrar en La Presa de Manises, la planta potabilizadora que abastece a la ciudad entera. Además, se dañó un tramo del canal Júcar-Turia que conecta esta planta con la de El Regalón en Picassent, lo que hubiera dejado literalmente sin agua a la ciudad de Valencia.

¿Qué consecuencias podría haber que una ciudad con 781.948 personas y 62.682 empresas se quedara sin agua? Eso es lo que ha planteado Cámara Valencia en su informe "El agua como activo crítico: consecuencias económicas de un fallo en el sistema de abast

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