A pesar de las múltiples diferencias culturales, los humanos muestran una tendencia general hacia la monogamia, ubicándose entre los mamíferos más monógamos. La tendencia se habría originado como una estrategia evolutiva, con el propósito de establecer una mayor cooperación en el cuidado de la descendencia.

Un nuevo estudio liderado por el biólogo evolutivo Mark Dyble, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, ofrece argumentos contundentes para sostener que los seres humanos, por lo menos en promedio, somos una especie monógama , principalmente desde una perspectiva reproductiva.

La investigación fue publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B: proporciona un marco comparativo entre nuestra especie y 34 mamíferos no humanos .

Una “liga de la monogamia”

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