El radar instalado en noviembre por Estados Unidos en Trinidad y Tobago está operativo y sus datos “se comparten” entre estadounidenses y trinitenses, informó a la AFP el ministro de Defensa del archipiélago, situado a unos diez kilómetros de las costas venezolanas.

La instalación de este dispositivo se dio en medio de un despliegue militar de Washington sin precedentes en el Caribe, destinado oficialmente a frenar el narcotráfico.

Caracas considera que el operativo, que incluye el portaviones más grande del mundo, tiene como fin derrocar al dictador venezolano Nicolás Maduro para apoderarse de los abundantes yacimientos de petróleo del país.

“Los datos se comparten”, dijo sobre el radar el ministro de Defensa trinitense, Wayne Sturge.

La primera ministra, Kamla Persad-Bissessar,

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