En medio de este clima de tensión, un nuevo movimiento militar ha captado la atención de analistas y legisladores. Se trata de la última incursión de aviones de combate de la Marina de Estados Unidos en una zona que, según el gobierno venezuelano, forma parte de su soberanía. El vuelo, que se describió como un “entrenamiento rutinario”, involucró dos F/A‑18 Hornet que sobrevolaron el Golfo de Venezuela durante más de treinta minutos.

Los datos de los sistemas de seguimiento de vuelos indican que los cazas iniciaron la maniobra a unas 150 millas náuticas de la costa venezolana, cruzando la zona de agua que el país reclama como territorio nacional. Durante el trayecto, los aviones permanecieron dentro del espacio aéreo internacional, según confirmó un funcionario del Departamento de Def

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