La Reserva Federal ha bajado este miércoles los tipos de interés un cuarto de punto, hasta la horquilla del 3,50%-3,75%, en un escenario de incertidumbre por la falta de datos económicos actualizados por el cierre del gobierno y en medio de síntomas de debilitamiento del mercado laboral.
La decisión ha sido tomada por nueve votos a favor y tres en contra.
“El crecimiento del empleo se ha ralentizado este año y la tasa de desempleo ha aumentado ligeramente hasta septiembre”, afirma el comunicado de la Fed: “La inflación ha aumentado desde principios de año y se mantiene en niveles algo elevados”.
En este sentido, el Comité de la Fed “busca alcanzar el máximo empleo y una inflación del 2% a largo plazo”, y reconoce: “La incertidumbre sobre las perspectivas económicas sigue siendo elevada. Y los riesgos para el empleo han aumentado en los últimos meses”.
“En apoyo de sus objetivos y a la luz del cambio en el equilibrio de riesgos”, afirma el comunicado, “el Comité decidió reducir los tipos en 1/4 de punto porcentual, hasta situarlo entre el 3,5% y el 3,75%. Al considerar el alcance y el momento de los ajustes adicionales, el Comité evaluará los datos que se vayan recibiendo, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de los riesgos. El Comité está firmemente comprometido con el apoyo al máximo empleo y el retorno de la inflación a su objetivo del 2%”.
Para las futuras decisiones, la Fed tendrá en cuenta “los datos sobre las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionistas y las expectativas de inflación, así como la evolución financiera e internacional”.
Así mismo, la Fed “considera que las reservas han disminuido y comenzará a comprar valores del Tesoro a más corto plazo según sea necesario para mantener un suministro suficiente de reservas de forma continua”.
En contra de la medida votó el miembro de la junta de la Fed enviado por la Casa Blanca, Stephen I. Miran, que prefería reducir el tipo de interés en medio punto porcentual. En el lado contrario estaban Austan D. Goolsbee y Jeffrey R. Schmid, que preferían no tocar los tipos.
La Fed se encuentra un momento delicado para la economía estadounidense: la contratación se ha estancado, la inflación se mantiene elevada y el crecimiento de la economía depende en gran medida de la inversión de las principales empresas tecnológicas en infraestructura de inteligencia artificial.
Antes de que el cierre del gobierno interrumpiera el flujo de datos el 1 de octubre, el crecimiento mensual de las contrataciones se había reducido a un promedio de tan solo 29.000 al mes durante los tres meses anteriores. La tasa de desempleo subió ligeramente a un aún bajo 4,3% en agosto, desde el 4,2% en julio.
Proyecciones de la Fed
Las proyecciones económicas “están sujetas a una considerable incertidumbre”, afirma la Reserva Federal de EEUU: “Al igual que con la actividad económica y la inflación, las perspectivas sobre la trayectoria futura de los tipos de interés están sujetas a una considerable incertidumbre. La política monetaria depende en gran medida de la evolución de la actividad real y la inflación a lo largo del tiempo. Si las condiciones económicas evolucionan de manera inesperada, las evaluaciones sobre el nivel adecuado de la tasa de fondos federales cambiarían a partir de ese momento”.

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