Michael O’Leary, CEO de Ryanair, fue a cenar a un restaurante de Irlanda y acabó recibiendo una lección magistral de karma . Los propietarios del restaurante habían añadido a su cuenta un recargo por cosas tan habituales como sentarse en una silla o tener espacio para las piernas bajo la mesa. Jaque mate.

Una cena tranquila…hasta que llegó la cuenta . Tal y como recogía el británico The Independent , el CEO de Ryanair salió a cenar un viernes cualquiera a un restaurante en Navan, una ciudad del condado de Meath, en Irlanda. La cena en el restaurante Luvida discurrió sin grandes sobresaltos mientras el millonario ejecutivo degustaba unas gambas rebozadas, tostadas de champiñones y lubina, todo regado con un buen vino .

Una vez finalizada la degustación de los platos y darse p

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