Este año 2025 que termina nos dejó múltiples sensaciones. En Elyon solemos analizar nuestra actividad desde todas sus aristas, pero pocas veces nos encontramos con un período tan cambiante, tan “lunático”, donde —como la luna— cada semana parecía mostrar una cara distinta. Pasamos de la depresión al optimismo en cuestión de días, y durante mucho tiempo directamente no hubo clima de negocios.

Y, sin embargo, seguimos construyendo. En nuestra actividad, cuando el contexto es favorable, construir viviendas es un negocio. Pero, cuando las cosas se vuelven complejas, construir es una cuestión moral. Porque, en definitiva, implica que el capital privado se vuelque a la producción, al desarrollo real, al trabajo que mueve a una sociedad.

Ser pilotos en medio de la tormenta

Quienes desarrollamo

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