La invasión romana de Gran Bretaña en el año 43 después de Cristo provocó un auténtico terremoto social en las islas. Las legiones y sus generales creían que llevaban la “civilización” a Britania pero lo que estaban era exponiendo a la población local a nuevas y mortales enfermedades. Y no solo eso.
La introducción de las divisiones de clases, según explican los historiadores, restringió el acceso a los recursos naturales, por lo que ampliamente se considera que la conquista, como también pasó en América con la llegada de los españoles, tuvo un impacto negativo en la salud general de los pueblos nativos.
La salud se deterioró en las ciudades
El análisis de unos restos óseos de Inglaterra de antes y durante la ocupación romana confirma las teorías de que el bienestar físico de la poblaci

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