La líder opositora venezolana María Corina Machado protagonizó una arriesgada y compleja travesía internacional para llegar a Oslo, donde debía recibir el Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, los múltiples retrasos en su ruta impidieron que arribara a tiempo, por lo que su hija, Ana Corina Sosa Machado, fue quien finalmente aceptó el galardón en su nombre.

El viaje, organizado bajo estricto secreto, reveló el nivel de riesgo y persecución que enfrentan los dirigentes opositores en Venezuela. Según confirmaron funcionarios estadounidenses, la operación fue planificada con extremo cuidado para evitar filtraciones que pusieran en peligro la integridad de Machado, quien llevaba un año escondida y no aparecía en público desde enero.

El itinerario comenzó el lunes por la tarde desde un suburbi

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