Tarareando la banda sonora de Star Wars cuando aparece en pantalla Darth Vader y denunciando el “terror” del ICE en las calles de EEUU. Así ha recibido un grupo de activistas del colectivo Code Pink a Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU en su comparecencia ante el comité correspondiente del Congreso.
“¡Fin a las deportaciones!”, han gritado: “Que paren las redadas del ICE!”, ha gritado otro. La policía del Capitolio ha expulsado a las dos personas fuera de la sala de audiencias del Comité de Seguridad Nacional. El presidente del comité, Andrew Garbarino, republicano por Nueva York, llamó al orden mientras Noem reanudaba su discurso de apertura.
Junto a Noem, también ha comparecido Michael Glasheen, director de operaciones de la rama de seguridad nacional del FBI,, quien ha sido cuestionado por Bennie Thompson, el demócrata de mayor rango en el Comité de Seguridad Nacional, sobre cómo la Administración Trump ha podido clasificar al movimiento Antifa como una organización terrorista nacional. Y el alto cargo del FBI de Trump se ha quedado sin palabras ante las preguntas sobre dónde Antifa tiene su sede y cuántas personas participan en el movimiento
Lo más que atinó a pronunciar Glasheen es que las autoridades estaban “creando la infraestructura” para investigar al grupo, pero no dio más detalles cuando Thompson insistió en el tema.
Noem tampoco ha sido capaz de dar una respuesta más allá de culpar a la Administración Biden de todos los males del país, ya sea para no querer responder que su propio departamento fue el que aprobó el asilo para el detenido por el tiroteo contra la Guardia Nacional en Washington DC, Rahmanullah Lakanwal; o para responder las violaciones a la ley que supone deportar personas pendientes de la concesión del asilo o si acaso las detenciones indiscriminadas eran compatibles con su lema de estar persiguiendo “lo peor de lo peor”.
Thompson ha acusado a Noem de desviar grandes recursos para llevar a cabo la agenda migratoria “extrema” de Trump sin dar una sola respuesta a las preguntas del Congreso. “La pido que dimita”, ha dicho el congresista de Misisipi: “Haga un verdadero servicio al país”.
Los demócratas de la Cámara de Representantes han señalado a varios miembros del público presentes en la comparecencia de Noem que tenían familiares que habían sido atropellados por el sistema contra la migración de Noem. Y la secretaria de Seguridad Nacional aseguró que revisaría los casos mencionados por el representante Seth Magaziner, demócrata de Rhode Island. Una de ellas, un veterano de guerra condecorado con la medalla Purple Heart, apareció en una pantalla: había sido deportado a principios de este año. “Parece que no sabe distinguir entre los buenos y los malos”, le dijo Magaziner a Noem.


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