El almirante estadounidense Frank M. Bradley ordenó atacar por segunda vez para matar a los dos supervivientes del bombardeo de una presunta narcolancha el pasado 2 de septiembre. El primer ataque había causado la muerte de 9 de sus 11 tripulantes y la destrucción de la embarcación.
Se trató de la primera agresión de la campaña militar que EE.UU. está desarrollando en el Caribe y Pacífico, y que al día de hoy resulta más polémica, después de conocerse que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, había dado la orden de matar a todas las personas a bordo de las embarcaciones sospechosas.
Bradley se reunió la semana pasada con legisladores para contar todo lo sucedido aquel día y, según recoge The Washington Post , allí narró todos los detalles sobre el segundo ataque, su decisión y el asesoramiento legal que recibió entonces.
¿Qué pasó ese día?
Bradley relató que ese día se lanzó una bomba guiada por láser que mató a 9 de los 11 personas a bordo, hundió el motor y volcó la proa del barco. Al disiparse el humo se vio como dos hombres supervivientes intentaban voltear los restos. Ambos luchaban por mantenerse sobre los restos del naufragio.
🇺🇸 ON VIDEO: U.S. Military Forces conducted a strike against Tren de Aragua Narcoterrorists. The strike occurred while the terrorists were at sea in International waters transporting illegal narcotics, heading to the U.S. The strike resulted in 11 terrorists killed in action. pic.twitter.com/iszHE0ttxQ
— The White House (@WhiteHouse) September 2, 2025
Entonces Bradley consultó con un abogado militar que le asesoraba y decidió el nuevo ataque, que llegó alrededor de media hora después del primero, momentos después de que los dos hombres miraran al cielo agitando los brazos . Decidió que la definición de naufrago no era de aplicación a esas dos personas en medio del océano. Después llegarían los misiles que hundirían los restos de la embarcación.
El almirante obedecía las órdenes de Hegseth de matar a los pasajeros, hundir el barco y destruir la supuesta droga . Sin embargo, Bradley dijo que creyó que ninguno de esos objetivos se habían cumplido, dejando dudas sobre la falta de certeza sobre la existencia de drogas bajo los restos del navío o de si los supervivientes tenían forma de pedir auxilio o intención de rendirse.
La argumentación para defender la campaña militar es que Washington ha declarado la guerra al narcotráfico y, por lo tanto, los supuestos narcotraficantes no son criminales, sino combatientes enemigos , si bien se trata de un razonamiento enormemente criticado.
Nicolás Maduro declaró en repetidas ocasiones que su país es víctima de "una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU. y acusó a Washington de inventar "una nueva guerra eterna" . El mandatario explicó que las agresiones de EE.UU. contra Venezuela tienen como objetivo "cambiar el régimen" en su país y robar su "inmensa riqueza petrolera".

Aquel día en la sala de operaciones hubo desacuerdo sobre si los dos supervivientes seguían siendo objetivos tras el primer ataque o debían ser considerados náufragos , cuya definición según el derecho internacional es la de personas en peligro en el mar tras un percance en su embarcación y que se abstienen de cualquier acto de hostilidad.
La defensa: combatientes y sin señal de rendición
Bradley defendió que el objetivo del segundo misil no eran los dos supervivientes, sino hundir los restos del barco así como los restos de cocaína que pudiera haber albergado.
Incluso bajo el argumento estadounidense de que las personas que trafican con droga son combatientes, una vez que naufragan se debe intentar su rescate antes de llevar a cabo un nuevo ataque, según el derecho internacional. Sin embargo, aquel día las tropas enviadas por la Casa Blanca no contaban con personal ni equipo para rescatar a nadie .
El almirante adujo que su equipo no puedo descartar que los hombres, que estaban sin camisa manteniéndose en el agua, tuvieran un dispositivo de comunicación que pudieran haber utilizado para pedir ayuda, pero que no se interceptó ninguna comunicación tras el primer ataque, ni tampoco se detectó otra embarcación que acudiera en su auxilio.
A pesar de que la campaña militar ha sido presentada por el presidente Donald Trump como una operación antinarcóticos a gran escala principalmente contra el fentanilo , se sabe que la mayoría de barcos atacados eran sospechosos de transportar cocaína . En este caso concreto, además se tiene constancia de que su destino era Surinam , país al este de Venezuela, y no EE.UU. Además, la mayoría de la droga que circula por el Caribe viaja a Europa y África occidental.
Durante su encuentro con los legisladores, Bradley sostuvo que buscó señales de que los hombres se estaban rindiendo , como agitar un pañuelo o levantar los brazos, pero que no observó esos gestos. Sin embargo, ese 2 de septiembre era casi seguro que los tripulantes del barco atacado no supieran que Washington les había declarado la guerra, ni que estaban siendo atacados por efectivos estadounidenses. Tampoco sabían que debían rendirse y mucho menos cómo hacerlo.
Ese operativo fue el primero de lo que ya es una extensa campaña para perseguir a presuntos narcotraficantes cerca de las costas venezolanas. En total ya han sido atacadas más de 20 embarcaciones y asesinadas casi 90 personas.
Claves de la agresión de EE.UU. en el Caribe
- Despliegue militar : desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la ' operación Lanza del Sur' , con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Este miércoles, Donald Trump anunció la incautación de un petrolero en las costas de Venezuela y reveló que Washington pretende apoderarse del petróleo que transportaba el buque.
- Operativos letales : como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
- Acusaciones y recompensa : Washington ha acusado sin presentar evidencias al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de liderar un cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
- Postura de Caracas : Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
- Falta de sustento : la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.

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