El 12 de diciembre de 1995 , la localidad de Recreo , en el norte del departamento La Capital, quedó marcada para siempre por uno de los crímenes más atroces de la historia santafesina. Ese día, Marcelo “El Chajá” Ferreyra , un preso fugado de la cárcel de Las Flores, ingresó a la vivienda N° 41 del barrio Hipotecario y desató una matanza que conmocionó al país.

Ferreyra, que había escapado del penal el 1° de diciembre junto a otros cuatro reclusos —en una fuga rodeada de irregularidades y sospechas sobre connivencia policial—, caminaba libremente por Recreo pese a su peligrosidad.

Esa mañana irrumpió en la casa de la familia Vega-Toledo. Allí asesinó a puñaladas a Nélida Susana Toledo , embarazada de ocho meses y medio, y a sus cuatro hijos menores: Alberto (11), Sebastián (10

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