La Cancillería argentina expresó este jueves su “más enérgico rechazo” a la Decisión Final de Inversión (DFI) anunciada por Rockhopper Exploration y Navitas Petroleum para avanzar con la fase productiva del proyecto petrolero Sea Lion, ubicado al norte de las Islas Malvinas. Se trata de la primera vez que una empresa declarada ilegal por el Estado argentino alcanza este estadio en el desarrollo de un yacimiento offshore en la zona en disputa.

El comunicado, firmado por el Ministerio de Relaciones Exteriores que encabeza Pablo Quirno, cuestionó que ambas compañías —la británica Rockhopper y la israelí Navitas— operen bajo licencias “ilegítimas” otorgadas por el gobierno isleño y reiteró que toda actividad hidrocarburífera en la plataforma continental argentina requiere autorización del Est

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