No hay nada más tonto en este mundo que sembrar semillas de tomate y esperar que salgan paltas.

Uno tiene que entender que lo que siembre tarde o temprano le llega, si sembramos amor vuelve amor, si sembramos paz eso vuelve, pero si sembramos enojos y peleas no esperemos cosechar amor y paz. Esta historia representa esta idea.

La familia Spitzer llevaba diez años intentando tener hijos, sin éxito. Diez años de esperas, de momentos difíciles, de silencios. Hasta que un día, la vida finalmente les sonrió: ¡embarazada!

La alegría explotó… hasta que el médico agregó: —Son cinco. Cinco bebés.

Después de una década de vacío, una familia entera llegaba de golpe. La felicidad era enorme, pero también el miedo: necesitaría enfermeras, ayuda a tiempo completo y no tenía los medios.

Fue entonces

See Full Page