Javier Milei se tomó su tiempo para empezar las reformas estructurales que prometía. En gran medida, esa dilación se justifica por la debilidad de la base legislativa con que asumió y la urgencia en avanzar con otros objetivos: la estabilización y la ampliación de esa base de apoyo.

Así, a diferencia de Carlos Menem , que en sus dos primeros años ya había privatizado casi todo lo que quería privatizar, y reformado varias áreas críticas de la economía y la administración pública, Milei apenas agendó algunos cambios estructurales con la Ley Bases , varios de los cuales ni llegaron a instrumentarse (por ejemplo, las privatizaciones que esa norma habilitó) y postergó adrede otras reformas durante todo este último año. Pagó un precio alto por hacerlo: le regaló el Congreso a la opos

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