Por ERIC TUCKER
WASHINGTON (AP) — El Departamento de Justicia y el FBI están batallando para contener las repercusiones de la decisión de esta semana de retener registros de la investigación sobre tráfico sexual de Jeffrey Epstein, lo que molestó a personalidades influyentes de los medios de ultraderecha y a los seguidores del presidente Donald Trump.
La decisión, que incluyó el reconocimiento de que un documento en particular muy buscado nunca existió en realidad, provocó una conversación polémica entre la secretaria de Justicia Pam Bondi y el subdirector del FBI Dan Bongino en la Casa Blanca esta semana. La disputa amenazó con romper las relaciones entre ellos y se centró en parte en una noticia que describía divisiones entre el FBI y el Departamento de Justicia.
La cascada de decepci