Agencias

La residencia musical de Bad Bunny en Puerto Rico, que comenzó este viernes con el primero de 30 conciertos, es un fenómeno sin precedentes en la isla que está generando gran impacto económico y repercusión internacional.

La isla vive una revolución que va más allá de los conciertos. Desde la venta de accesorios relacionados con Bad Bunny como la tradicional pava (sombrero de paja), a la organización de recorridos por su municipio natal y las publicaciones de un diccionario para entender sus letras y un estudio científico sobre su música.

El artista puertorriqueño anunció inicialmente 21 conciertos en la isla pero, ante la gran demanda, aumentó a 30 las funciones, que se llevarán a cabo todos los fines de semana desde el 11 de julio hasta el 14 de septiembre en el Co

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