La innovación no puede avanzar con el freno de mano puesto. Eso es lo que temen parlamentarios, emprendedores y expertos frente al actual proyecto de Ley de Inteligencia Artificial que avanza en el Congreso chileno. Aunque busca proteger derechos, sus exigencias podrían paralizar el desarrollo tecnológico local , poniendo en jaque a startups, pymes y centros de investigación.

Más que proteger, podría desincentivar. La iniciativa replica e incluso endurece normas europeas , pero sin considerar que el ecosistema digital chileno es mucho más pequeño y emergente. "Estamos frente a una ley que responde más al temor que al desarrollo" , advirtió la diputada Paula Labra , integrante de la Comisión de Futuro, Ciencias y Tecnología.

¿Quién podrá pagar la cuenta? Las exigencias incluy

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