Durante el verano o en temporadas de intenso calor, muchas personas encuentran difícil conciliar el sueño debido a las altas temperaturas nocturnas. Frente a este problema, una de las soluciones más comunes es el uso de ventiladores de techo, mesa o piso para mantener fresco el dormitorio.
Sin embargo, lo que parece un remedio sencillo puede conllevar consecuencias para la salud, sobre todo en personas con afecciones respiratorias.
Aunque el ventilador es un aliado popular contra el calor, dejarlo encendido durante toda la noche puede afectar negativamente el bienestar de muchas personas. Los especialistas alertan que, si bien mejora la circulación del aire, también remueve partículas como polvo, polen o ácaros, lo que puede aumentar la exposición a alérgenos y empeorar los sín