Por FABIOLA SÁNCHEZ
AJUCHITLÁN, México (AP) — La decisión de la administración del presidente Donald Trump de imponer un arancel de 17% al tomate fresco de México ha puesto al principal proveedor de Estados Unidos contra las cuerdas.
El gravamen, que comenzó a regir a mediados de mes, representa una de las más recientes medidas proteccionistas de Trump, que también amenazó a México con un arancel general del 30% a partir del 1 de agosto alentando la incertidumbre y las tensiones con su mayor socio comercial, que sigue negociando un acuerdo global para librarse de los tributos.
Aunque el impacto del nuevo arancel aún está ciernes, un importante productor y exportador del centro de México explicó cómo una tarifa enfocada en un producto puede desestabilizar a todo un sector.
Negociar