El terremoto que tuvo lugar en febrero de 2023 en Turquía fue el más potente en ocho década: un seísmo de magnitud 7,8 que liberó una energía similar a la explosión de 1,2 millones de toneladas de TNT. Su onda expansiva llegó a ser reconocida incluso por los sismógrafos españoles. Más de 56.000 personas fallecieron tras este temblor , la mayoría en Turquía (unos 6.000 en Siria), y cerca de 120.000 personas resultaron heridas. Fue devastador. Pero sólo medio millar de turcos recibieron el mensaje de alerta temprana de Google para terremotos severos.
El mensaje de alerta de máximo nivel de Google , que da un margen de hasta 35 segundos para ponerse a salvo, le llegó a 469 personas tras el primer seísmo, de 7,8 (le siguieron varias réplicas muy potentes). Sin embargo, según una