Leer es un diálogo interno con la mente y el espíritu. Un ejercicio en el que se pueden proyectar universos e historias a través de la imaginación, o sumergirse en las más profundas reflexiones con solo unas cuantas palabras. Todas las cosas que es capaz de despertar un libro en el cerebro forman parte de una experiencia única y personal que genera una suerte de complicidad entre autor y lector.Sin embargo, ese pacto íntimo no necesariamente implica que la lectura debe ser una actividad solitaria.

Históricamente los clubes de lectura han servido como espacios en los que se intercambian las diferentes impresiones que se pueden tener de un mismo libro. Es el lugar donde el fruto de ese ensimismamiento reflexivo se comparte con otros para enriquecerlo con otros puntos de vista, e incluso pue

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