La jueza Sandra Liliana Heredia ha declarado culpable al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez por fraude procesal y soborno a testigos. Este fallo, emitido el lunes, lo convierte en el primer exmandatario de Colombia en ser condenado en un juicio penal. La decisión se dio a conocer tras una extensa audiencia que duró aproximadamente diez horas. Uribe fue absuelto de un cargo adicional de soborno a una fiscal.

El caso, que ha estado en curso durante más de 13 años, se originó en 2012 cuando Uribe acusó al senador de izquierda Iván Cepeda de manipulación de testigos. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia determinó que Uribe y sus aliados habían presionado a testigos para desacreditar las acusaciones en su contra. La jueza Heredia enfatizó que "la justicia no se arrodilla ante el poder" y que su fallo está "al servicio del pueblo colombiano".

Uribe, de 73 años, ha mantenido que es inocente y que el proceso judicial es una persecución política. Su equipo legal ha anunciado que apelará la decisión, argumentando que el fallo es erróneo. "Esto no es el final del proceso, sigue la apelación y vamos a demostrar que esta decisión, que respetamos, es equivocada", declaró Juan Felipe Amaya, uno de sus abogados.

El partido Centro Democrático, fundado por Uribe, ha expresado su apoyo al expresidente, afirmando que el fallo es un ataque a su imagen y que el proceso estuvo lleno de irregularidades. En un comunicado, el partido manifestó su "tristeza y dolor" por la decisión y reafirmó su convicción sobre la inocencia de Uribe.

La condena ha generado reacciones encontradas en el país. Mientras que sus detractores celebran el fallo como un paso hacia la justicia, sus seguidores lo consideran un intento de deslegitimar su legado en la lucha contra el terrorismo. La jueza Heredia dictará la sentencia definitiva en una audiencia programada para el viernes.

Si la condena se mantiene, Uribe podría cumplir su pena en arresto domiciliario debido a su edad. Este caso ha atraído la atención internacional, con comentarios de figuras políticas en Estados Unidos, quienes han expresado su preocupación por lo que consideran una manipulación del sistema judicial colombiano.

El futuro político de Uribe y su influencia en el escenario electoral de 2026 se mantienen en el aire, mientras el proceso judicial continúa su curso.