RÍO DE JANEIRO (AP) — El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el miércoles sanciones contra el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, por supuesta supresión a la libertad de expresión y el actual juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro.

De Moraes preside el caso penal contra Bolsonaro, quien está acusado de orquestar un complot para permanecer en el poder a pesar de su derrota electoral de 2022 ante el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

"De Moraes es responsable de una campaña opresiva de censura, detenciones arbitrarias que violan los derechos humanos y procesamientos judiciales politizados, incluido el del expresidente Jair Bolsonaro", expresó en un comunicado Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos.

El departamento impuso las sanciones al amparo de la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad por los Derechos Humanos, la cual está dirigida contra perpetradores de abusos a los derechos humanos y funcionarios corruptos.

La decisión ordena congelar cualquier activo o propiedad que De Moraes pudiera tener en Estados Unidos.

Ni el tribunal brasileño ni el palacio presidencial respondieron de momento a una solicitud de comentarios.

La decisión se toma unas semanas después de que el Departamento de Estado estadounidense anunció restricciones de visa a funcionarios judiciales brasileños, incluido De Moraes, el 18 de julio.

Ocurre también después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunció un arancel del 50% sobre las importaciones procedentes de Brasil, el 9 de julio. En una carta en la que dio a conocer sus aranceles, Trump vinculó explícitamente la medida con lo que calificó como una "cacería de brujas" contra Bolsonaro.

Trump parece identificarse con Bolsonaro, quien está acusado de intentar revertir los resultados de su derrota electoral ante Lula. De manera similar, Trump fue acusado en 2023 de intentar anular los resultados de los comicios de 2020 en Estados Unidos.

A Bolsonaro se le ordenó usar una tobillera de rastreo después de que se determinó que existía el riesgo de que se diera a la fuga.

El hijo de Bolsonaro, Eduardo, celebró en la red social X el anuncio del Tesoro, el cual calificó como un "hito histórico" y una advertencia de que "los abusos de autoridad ahora tienen consecuencias globales".

Eduardo Bolsonaro se mudó a Estados Unidos en marzo y está siendo investigado por su presunta colaboración con las autoridades estadounidenses para imponer sanciones contra funcionarios brasileños.

En otro suceso el miércoles, Trump firmó una orden ejecutiva para implementar el arancel del 50% sobre las importaciones procedentes de Brasil. La Casa Blanca indicó en un comunicado que la orden era en respuesta a las "políticas, prácticas y acciones recientes" del país sudamericano, que "constituyen una inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos".

El anuncio representó un cambio en la justificación del arancel. El fundamento jurídico de la amenaza del 9 de julio fue una orden ejecutiva anterior que argumentaba desequilibrios comerciales que representan una amenaza para la economía estadounidense. Pero Estados Unidos tuvo un superávit comercial con Brasil de 6.800 millones de dólares el año pasado, de acuerdo con la Oficina del Censo estadounidense.

En la orden del miércoles, Trump dijo que las políticas de Brasil y el enjuiciamiento penal a Bolsonaro constituyen una emergencia económica en virtud de una ley de 1977.

Después de que se anunció el arancel este mes, Lula indicó que Trump no fue elegido para ser "emperador del mundo". Ha defendido la soberanía de su país y la independencia del poder judicial de Brasil.

Lula convocó a una reunión de emergencia con algunos ministros tras los eventos del miércoles, informó el periódico local O Globo.

El presidente izquierdista había aprobado anteriormente una ley que prohíbe el uso de animales vivos en pruebas de laboratorio para productos de higiene personal, cosméticos y perfumes, y dijo que el miércoles de esta semana era un "día sagrado de soberanía".

En un video publicado en redes sociales, Lula señaló que salió apresuradamente del evento en la capital Brasilia para defender "la soberanía del pueblo brasileño a la luz de las medidas anunciadas por el presidente de Estados Unidos".

En un principio se tenía previsto que los aranceles entraran en vigor el 1 de agosto, pero en la orden del miércoles se indica que entrarían en vigor siete días después de su firma.

Flavia Loss, profesora de relaciones internacionales en la Fundación Escuela de Sociología y Política de Sao Paulo, dijo que las sanciones contra De Moraes y la orden de aranceles representan una agudización en las tensiones entre Washington y Brasilia.

“No estamos hablando de una disputa comercial normal entre países, estamos hablando de usar herramientas comerciales para coaccionar lo que sucede en Brasil”, destacó Loss.

La organización no gubernamental Human Rights Watch en Brasil dijo en X que las sanciones "son una clara violación de la independencia judicial, un pilar de la democracia".

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.