El terremoto registrado el 29 de julio en Kamchatka (Rusia) provocó alertas de tsunami en gran parte del Pacífico, como Japón, China, Indonesia, Filipinas, Canadá, Hawái (EEUU) y varios países de América del Sur, algunas de las cuales fueron levantadas. Sin embargo, como advirtieron varios expertos, las réplicas podían provocar tsunamis.
Al respecto, en declaraciones a Europa Press , el geólogo del IGME-CSIC, Raúl Pérez, advirtió de que un terremoto de magnitud 8,8 tenía la capacidad de disparar una réplica de 7,6 , lo que en el océano también podía desencadenar un “tsunami destructivo”.
Mientras tanto, el director de la Red Sísmica Nacional, Juan Vicente Cantavella, reconoció que la alerta había sobreestimado el impacto que podría tener el tsunami , pero que ésta se mantenía