Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), ha decidido dejar el precio del dinero en la horquilla del 4,25% al 4,50%, el nivel más alto desde la década de finales de los noventa, ignorando así las presiones políticas desde la Casa Blanca en favor de una bajada de tipos de interés.

Hubo sin embargo alguna novedad. Dos gobernadores ayer votaron en contra, es decir, que sí se mostraron a favor de un recorte de tipos de un cuarto de punto. Michelle Bowman y Christopher Waller, considerados próximos a Trump, fueron los “rebeldes”. Hacía 30 años que no se producía esta falta de consenso.

Para justificar su postura, la Fed explicó que “la tasa de desempleo se mantiene baja y las condiciones del mercado laboral siguen siendo sólidas. La inflación permanece algo elev

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