En tiempo de compensación, apareció la magia. Pero también la polémica. Con el juego empatado a un gol, Lionel Messi apareció como saeta en el área del Atlas, donde recibió el balón de Luis Suárez. El argentino metió la pelota al centro y Marcelo Weigandt sólo puso el pie para empujar y meter la pelota al fondo de la portería de Camilo Vargas.

Pero la bandera estaba levantada. Fuera de juego. Gol inválido… Por el momento. Segundos que parecían minutos, minutos que se disfrazaron de horas para la decisión final: gol. El Inter Miami ganaba el juego.

Agónicamente el cuadro de la Major League Soccer despachó al Atlas (2-1) en la Jornada 1 de la Leagues Cup. El cuadro de los Rojinegros estuvo a segundos de mandar el juego a penaltis, de ganar un punto. Todo se diluyó en segundos.

La realid

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