En los últimos años, las fuerzas gubernamentales venezolanas han allanado numerosas minas de oro ilegales en el sur del país, supuestamente para proteger el medio ambiente. Pero lo cierto es que explotan las minas para su propio enriquecimiento o permiten que grupos armados lo hagan a cambio de una parte de las ganancias.

Por Crisis Group

El aumento del precio del oro ha impulsado una minería ilegal descontrolada, fortaleciendo a las bandas criminales venezolanas, a los grupos guerrilleros colombianos y a élites corruptas. Este negocio destruye frágiles ecosistemas y desencadena violencia contra la población local y trabajadores migrantes, quienes han sido víctimas de abusos sexuales, reclutamiento infantil e incluso ejecuciones sumarias.

Aunque es difícil persuadir al presidente Nicolá

See Full Page