En medio de tensiones comerciales crecientes, el primer ministro canadiense, Mark Carney , calificó de “decepción” la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 35 % a exportaciones canadienses no cubiertas por el T-MEC, pero reiteró su compromiso con el acuerdo trilateral y su legado económico.
Carney insistió en que Canadá seguirá fortaleciéndose internamente: impulsar la compra de productos nacionales, proteger sectores impactados como el acero, aluminio, madera y automóviles, y bajo esa lógica construir una economía menos dependiente de Estados Unidos. También negó que Canadá sea un origen relevante de fentanilo hacia Estados Unidos, pues solo representa un 1 % del total —y sostuvo que trabaja activamente para reducir esa cifra.
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