Nayib Bukele pasó de ser conocido como el joven millennial aficionado a Twitter que usaba gorra hacia atrás cuando llegó a la Presidencia de El Salvador en 2019, a acumular acusaciones de reprimir cualquier voz disidente como parte de una creciente deriva autoritaria de su gobierno.
Pero el mandatario dio un paso más allá este jueves, cuando su partido aprovechó su control de la Asamblea Legislativa para aprobar una reforma constitucional exprés que permite la reelección presidencial indefinida.
Esto da vía libre para seguir en el poder a Bukele, quien gobierna ahora en su segundo mandato tras una muy polémica reinterpretación de los jueces de los artículos de la Constitución que prohíben la reelección y que le permitieron presentarse de nuevo a las elecciones el año pasado.
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