Un concierto que se llevaba a cabo en una iglesia del Reino Unido fue detenido abruptamente cuando un obispo descalzo y en bata de casa azul tomó el micrófono y ordenó a 360 asistentes que se fueran, calificando el canto del coro como un “ruido terrible”.
La audiencia estaba a punto de escuchar el número final, “Dancing Queen”, cuando las luces se apagaron y comenzó el desalojo.
[Estamos en WhatsApp. Empieza a seguirnos ahora ]
El incidente ocurrió justo después de las 10 p.m. durante una actuación de City Academy Voices en una iglesia histórica del centro de Londres, donde el coro había reservado el espacio hasta las 11 p.m., según informó The Telegraph.
Reciba GRATIS nuestras últimas noticias Suscríbase para recibir un boletín con las noticias más destacadas (¡además de ofertas es