Tras una temporada para el olvido, el club inglés apuesta a una transformación profunda bajo el liderazgo del técnico portugués.
El Manchester United arranca la nueva temporada con la firme decisión de dar vuelta la página tras un año marcado por la crisis futbolística e interna. Tras finalizar decimoquinto en la Premier League y perder la final de la Europa League ante Tottenham , el club no solo invirtió 153 millones de euros en refuerzos , sino que ejecutó una reestructuración radical liderada por su nuevo técnico, Rubén Amorim .
El entrenador portugués, reconocido por su carácter firme y su enfoque disciplinado, tomó el control total del vestuario desde su llegada. Su primera gran decisión fue marginar a varios jugadores señalados por su bajo compromiso, incluyendo a Aleja