Para Iris M., este verano ha sido el más duro de su vida: a su esposo y padre de sus dos hijas lo arrestó migración y lo deportó a México, pero las cosas se complicaron, cuando el hombre desesperado por reunirse de nuevo con su familia, intentó regresar a Estados Unidos, y oficiales de la Patrulla Fronteriza lo detuvieron en la frontera sur el fin de semana.

Para colmo de males, el mismo sábado 2 de agosto que su esposo José fue interceptado por los agentes federales, su único hermano en Los Ángeles, falleció en un accidente automovilístico.

Para ayudar con los gastos de la sepultura de Antonio Cuevas Ojeda, visita el sitio: Donate to support for Cuevas Ojeda Family’s Loss.

“El mundo se me ha venido encima”, dice Iris, entre sollozos, y quien pidió a La Opinión no revelar su verdad

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