La actriz estadounidense Kelley Mack, reconocida por interpretar a Addy en la serie The Walking Dead, falleció el pasado 2 de agosto a los 33 años . Según informó su familia en un comunicado publicado en la plataforma CaringBridge, la causa de su muerte fue un glioma del sistema nervioso central, un tipo de cáncer cerebral agresivo.

Mack, cuyo nombre real era Kelley Klebenow, murió pacíficamente en su ciudad natal, Cincinnati, luego de luchar contra esta enfermedad. “Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz tan brillante y ferviente se ha trasladado al más allá, adonde todos finalmente debemos ir ”, expresó su familia en una publicación en su cuenta oficial de Instagram.

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