La esclerosis sistémica difusa es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por un engrosamiento de la piel tanto en extremidades como en partes troncales del cuerpo. Suele acompañarse de afectación visceral que puede resultar en importante morbilidad y mortalidad. Actualmente existen varias estrategias terapéuticas con evidencia de beneficio para el tratamiento de la afectación cutánea y visceral por la esclerosis sistémica difusa, y muchas otras se encuentran en estudio. Un estudio publicado recientemente nos muestra que incluso si un ensayo clínico sobre un nuevo tratamiento no es efectivo, la información que nos puede aportar puede ser de relevancia. [ 1 ]
El ensayo clínico en cuestión es el RESOLVE-1, un estudio de fase 3, aleatorizado, doble enmascarado, controlado con placebo