Uno de los principales impedimentos para encontrar tratamientos para la enfermedad de Alzheimer es que cuando empiezan a manifestarse los síntomas y se detecta la patología, esta ya lleva años desarrollándose por lo que los daños en el cerebro están muy extendidos y es imposible revertirlos o, al menos, cronificar la enfermedad. Por ello, se están invirtiendo cada vez más grandes esfuerzos en intentar diagnosticar la enfermedad años antes de que se hagan visibles clínicamente los síntomas. Sin embargo, esta vía de investigación se enfrenta al enorme problema de que entre 95 % y 99 % de los casos de alzhéimer son esporádicos (espontáneos), es decir, que no se pueden predecir a día de hoy. Por ello, solo entre 1 % y 5 % de los casos son genéticos y hereditarios.

Dentro de este pequeño porce

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