Nueva York libra una guerra híbrida contra las ratas que, junto con los rascacielos, los taxis amarillos y la basura en las veredas, conforman la postal que locales y turistas suelen encontrarse cuando ponen un pie en la Gran Manzana.

Los métodos para combatir la presencia de estos roedores son múltiples y combinados: aplicaciones tecnológicas para detectar y mapear su presencia, métodos preferidos como el uso de anticonceptivos desde el año pasado, e incluso inyecciones de dióxido y monóxido de carbono en las madrigueras para asfixiarlas.

A estas técnicas complejas, se suma lo más básico y al alcance de todos: eliminar la comida de las calles, tapar agujeros en infraestructuras y edificios y educar a los habitantes.

La eficacia de algunas alternativas, como el uso de anticonceptivos, s

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