Cuando el empresario francés Vincent Bolloré viajó a Bolivia en 2008, luego de que el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) anunciara su plan de industrialización del litio, invitó al mandatario a París para hablar de negocios, mientras inversores de varios países también tenían puestos los ojos en el mineral.

Evo Morales viajó a Francia en febrero de 2009 y condujo por las calles de Vaucresson, un municipio en las afueras de París, en el BlueCar, un auto eléctrico azul con forma de huevo que el magnate Bolloré quería comercializar utilizando baterías fabricadas con litio boliviano.

Se dieron la mano entre sonrisas, todo parecía ir muy bien, pero nunca llegaron a un acuerdo comercial.

Con el paso del tiempo, aquel viaje a París se convirtió en una especie de presagio de lo que ter

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