Los estadounidenses aman efectivamente el café, al punto que son el mayor importador del mundo de esta bebida y están dispuestos a pagar lo que sea por una buena taza. Sin embargo, la guerra comercial emprendida por Donald Trump podría provocar un problema con su consumo, ya que su principal proveedor es Brasil y a partir de este miércoles entró en vigor un arancel del 50% que disparará su precio en EE.UU., hasta que no haya un nuevo acuerdo.
El problema con Brasil es mayor, ya que este arancel adicional de 40% impuesto se debe a una represalia por el juicio político emprendido contra el expresidente Jair Bolsonaro , acusado de organizar un golpe de estado contra su sucesor, Luiz Inacio Lula da Silva, al momento del cambio de posesión. Bolsonaro es simpatizante de Trump y