En tiempos en que el celular se volvió casi una extensión del cuerpo, muchas personas lo usan incluso en situaciones riesgosas, como en la ducha, el inodoro o la pileta. La tentación de revisar mensajes o mirar videos mientras se está en el baño puede parecer inofensiva, pero bastan unos segundos para que el equipo termine sumergido en agua.
Frente a eso, el margen para actuar es corto, y las decisiones que se tomen en los primeros minutos pueden marcar la diferencia entre recuperarlo o perderlo para siempre.
Aunque varios modelos actuales ofrecen resistencia al agua, ningún equipo es invulnerable. Por eso, conviene saber cómo actuar rápido y evitar errores comunes que pueden empeorar el problema.
Primeros auxilios para un celular mojado
Apenas ocurre el accidente, lo más importa