Ciudad de México.- La llegada de médicos cubanos a México ha generado incertidumbre sobre su impacto en el sistema de salud pública. Ni la Secretaría de Salud, ni el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o IMSS-Bienestar han podido determinar si su presencia ha sido positiva o negativa. Desde 2022, estas instituciones han indicado que no cuentan con métricas, indicadores o reportes que evalúen el rendimiento de los galenos cubanos.

A través de solicitudes de transparencia, se reveló que las tres dependencias se remiten entre sí en cuanto a la responsabilidad de evaluar el desempeño de los médicos. La Unidad de Transparencia del IMSS mencionó que, según el primer convenio de colaboración entre México y Cuba, la evaluación de resultados debería ser responsabilidad de la Secretaría de Salud, específicamente a través de la Dirección General de Calidad y Educación en Salud.

El IMSS-Bienestar, que asignó a los médicos cubanos a Unidades Médicas, también podría ser responsable de dar seguimiento a su desempeño. Sin embargo, al solicitar a la Secretaría de Salud información sobre indicadores o evaluaciones de productividad, esta se declaró incompetente, argumentando que el IMSS-Bienestar es el encargado de administrar el programa de "Médicos Especialistas Cubanos".

Por su parte, el IMSS-Bienestar respondió que, aunque existiera información sobre la productividad de los médicos cubanos, esta correspondería a un sujeto obligado distinto, lo que la excluye de su ámbito de competencia. Así, persiste la falta de claridad sobre el impacto de la llegada de estos médicos, cuyo objetivo era cubrir el déficit de personal especializado en áreas marginadas y de difícil acceso.