CAMPECHE, CAMP. Mientras la ciudad arde bajo un sol despiadado y las lluvias traicioneras llegan sin avisar, un ejército silencioso se moviliza cada mañana. No portan armas, pero sí bombas de rociado, mochilas con larvicida, y sobre todo, la convicción de que pueden ganarle la batalla al dengue lo que ha rendido frutos.
Ante esto, la Secretaría de Salud manifestó que la lucha contra este enemigo no ha cesado. Lo que se ve reflejado con 29 mil 708 hectáreas nebulizadas, 386,303 criaderos eliminados, 127 mil 25 casas limpias de criaderos y acciones de rociado residual en 5 mil 210 domicilios, es el resultado del imparable trabajo de brigadas en colonias y comunidades de los 13 municipios del estado.
La batalla se libra en los patios llenos de cacharros, en las cubetas que se usan de vez e