MIAMI.— Después de haber encontrado el amor, María no está dispuesta a dejarlo ir ni mucho menos a que se lo arrebaten. Es su amor el que la lleva a montarse en un bus que cubre la ruta Tampa-Miami, un miércoles de agosto bajo casi 100 grados Fahrenheit, para estar a primera hora del jueves frente al abogado de inmigración Wilfredo (Willy) Allen.
María espera que Allen, quien a sus más de 70 años pensaba retirarse pero ha decidido quedarse para pelear por los inmigrantes en la era Trump, pueda asesorarla sobre el caso de su esposo José , un cubano de 40 años al que le ha sido imputada una deuda de más de medio millón de dólares.
Fue una notificación oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) la que le reveló la escandalosa suma: 534 mil 928 dólares, reclamados ba